25 de abril de 2013

Escrache contra el paro y la miseria ante el Hotel Emperatriz

MÉRIDA

Persiguen a los diputados autonómicos del PP hasta el restaurante

«Nosotros en paro y ellos comiendo en hoteles de lujo»

25.04.13 -
Una quincena de personas, del Campamento Dignidad Mérida y la Plataforma por la Renta Básica, han protestado por su situación, la mayoría de ellos en paro, ante el restaurante en la plaza de España de Mérida en el que comían en esos momentos consejeros de la Junta y diputados autonómicos del PP, en el descaso que ha habido para el almuerzo en el pleno de la Asamblea de Extremadura. «No hay pan para tanto chorizo», y «Nosotros en paro y ellos comiendo en hoteles de lujo», han gritado mientras la policía les impedía la entrada en el hotel restaurante Mérida Palace, de cinco estrellas.
Los manifestantes intentaron inicialmente abordar a los diputados del PP a su salida del edificio de la Asamblea pero la policía evitó que se acercaran, mientras la mayoría de diputados populares aguardaban a que se solucionara el barullo. Después las personas que protestaban, entre ellas el ex coordinador regional de IU Manuel Cañada, se han trasladado a las puertas del hotel donde comían una docena de diputados del Grupo Parlamentario Popular y les han esperado a la salida, a las 16.15, por lo que la policía ha tenido que proteger de nuevo a los políticos hasta su vuelta a la Asamblea de Extremadura.
Entre los acosados estaban el consejero de Salud y Política Social, Luis Hernández Carrón, responsable de la gestión de la futura Renta Básica, y el de Fomento, Vivienda, Ordenación del Territorio y Turismo, Víctor del Moral. Mientras ellos comían en el interior, los manifestantes se han hecho en la calle bocadillos de chorizo y patatera.
Los 25 diputados que han acudido a comer a este céntrico hotel de Mérida durante el receso de la sesión plenaria que se sigue en el Parlamento regional han abonado de su bolsillo los 16 euros que cuesta el menú en este hotel, que se encuentra a escasos metros de la Cámara, según han informado fuentes de PP.

Los Campamentos Dignidad denuncian las negociaciones secretas sobre la Renta Básica y la ofensiva antisocial

La Plataforma por la Renta Básica en Extremadura y los Campamentos Dignidad ante la publicación de los datos de la EPA y las negociaciones secretas sobre la Renta Básica en Extremadura manifiestan:
  1. Los datos de la EPA revelan la catastrofe social que está sufriendo la clase obrera en Extremadura y en todo el país. Una catástrofe que no cae del cielo, cuyos responsables tienen nombre, apellidos y dirección. Y corbata.
    Los números conocidos hoy son la manifestación de algo que comprobamos cotidianamente ante las oficinas de empleo donde llevamos acampados ya 65 días. Están conduciendo a una gran parte de los trabajadores directamente a la miseria. Son miles las familias que no pueden hacer frente al pago del alquiler o de la hipoteca, a las que cortan la luz o el agua, las que no pueden seguir los tratamientos médicos por falta de recursos.

    Es una canallada insostenible mantener a 6.200.000 ciudadanos españoles en el desempleo. Aún más grave es la situación en Extremadura que alcanza ya el 35´5 % de paro, con 8 puntos más que la media estatal. 182.000 extremeños y extremeñas en el paro, y más de 80.000 sin ningún tipo de cobertura. Los discursos de Monago sobre el “milagro extremeño” o “la Extremadura de los emprendedores” son, además de una majadería intelectual, un insulto al sufrimiento que viven decenas de miles de familias extremeñas.

  1. En este contexto, las reuniones secretas de la Junta de Extremadura con los grupos parlamentarios alrededor de la Renta Básica muestran el grado de insensibilidad social del gobierno regional y la actitud servil de muchos políticos en Extremadura. Conspiran contra su pueblo, contra los parados que sufren, contra los Campamentos Dignidad que expresan la rabia y la esperanza de muchas personas en esta situación.

    Que durante tres días seguidos, 22, 23 y 24 de abril, se hayan reunido en secreto, sin luz ni taquígrafos, antes de la presentación de las enmiendas a la ley, indica a las claras qué pretenden. El gobierno del PP que, a pesar de estar en minoria se maneja con absoluta soltura, pretende una Renta Básica cuya cuantía no supera la que hay actualmente establecida para las Aises (400 euros) y quiere introducir aspectos que reafirmen el carácter miserable y clientelar que tienen al día de hoy las ayudas de emergencia. Entre las perlas que han pactado está el intento de convertir los Proyectos Individualizados de Inserción en instrumento para abaratar la mano de obra, con trabajos no remunerados en ONGs y Ayuntamientos para poder cobrar la Renta Básica. Y la regulación del silencio administrativo a favor de la Administación.

    “Por supuesto”, la Junta de Extremadura se niega a discutir sobre la clave de bóveda de esta ley, que no puede ser otra que el número de personas a las que va a dar cobertura la renta básica y, por consiguiente, el establecimiento de garantías para que alcance a todos los parados que este momento se encuentran en la intemperie, sin ningún tipo de prestación o subsidio por desempleo.

  2. Llamamos a la rebeldía a todas las personas en paro de Extremadura, a toda la clase obrera, a toda la gente de bien de esta tierra. No podemos consentir lo que está pasando. Convocamos a toda la población a participar en los Campamentos Dignidad ya existentes y a organizar la respuesta popular donde aún no existen. Llamamos a participar en las Marchas por la Renta Básica, los 25.000 empleos públicos y el fin de todos los desahucios. Ya hay convocadas dos Marchas a Mérida, desde Plasencia (3 al 8 de mayo) y desde Ribera del Fresno (7 y 8 de mayo). El día 9 de mayo convocamos una Concentración ante la Asamblea de Extremadura, donde desembocarán las Marchas anunciadas.

    Quieren callarnos, pretenden silenciar nuestra rabia y nuestra indignacion. No quieren escraches, ni protestas. Nos quieren sumisos y sumisas. No lo consintamos. Movilización sostenida contra el paro y la miseria.



14 de abril de 2013

Actividad del Campamento Dignidad para los próximos días

CAMPAMENTO DIGNIDAD DE MÉRIDA

Actividades previstas para los próximos días


Hoy, 14 de abril, llevamos ya 53 días acampados frente a la oficina de empleo en Mérida. Estamos consiguiendo, junto a los campamentos hermanos de Plasencia, Badajoz y Almendralejo poner en pie un gran movimiento popular por los derechos sociales. Las 3 reivindicaciones que sintetizan nuestra lucha, Renta Básica, 25.000 empleos públicos y fin de todos los Desahucios, están sirviendo de catalizador de la respuesta social frente a la política canalla de los poderosos.

Estas son algunas de las actividades previstas para esta semana:

  • Lunes, 15 de abril: gestiones ante el juzgado de Montijo para intentar paralizar definitivamente el desahucio de Diego Barriga, compañero de Arroyo de San Serván.

  • Martes, 16 de abril, a las 9.30 de la mañana, reunión con el Grupo Parlamentario Popular en relación al Proyecto de Ley de Renta Básica Extremeña y a la política de vivienda en Extremadura.

  • Jueves, 18 de abril, Manifestación. Saldrá a las 19:00 horas desde el Campamento Dignidad y a las 19:30 desde la Rotonda del Puente Lusitania. La manifestación se parará ante los siguientes “puntos negros” : Dirección de Política Social y sede de Bankia.

    Además de la manifestación de Mérida hay otra convocatoria ese mismo día en Plasencia. El viernes 19 se realiza en Almendralejo y el sábado 20 será en Don Benito.

  • Viernes 19 a domingo, 21 de abril, Jornadas de debate y lucha, conforme al siguiente programa:

    * Viernes, 19, a las 19 horas: Crisis ecológica, crisis social y desobediencia. Charla-coloquio de Ecologistas en Acción de Mérida.
    * Sábado, 20, a las 10 horas: ¿Y no sería mejor salirse del euro? Charla-coloquio con Pedro Montes, economista del Banco de España y miembro del Frente Cívico Somos Mayoría.

    A las 17 horas, debate: Otra educación es posible. Intervendrán compañer@s de Paideia y de CALA.

    Por la noche, actuación de grupos locales.

    * Domingo, 20 de abril, mesa de debate: Los movimientos sociales y la Revuelta. Con la participación de compañer@s de los Campamentos Dignidad de Almendralejo, Badajoz, Plasencia y Mérida. Además contaremos con la participacion de movimientos sociales de ámbito estatal, aún por confirmar (Juventud sin Futuro y la Ofi Precaria)

- Hay otras actividades de las que aún no podemos confirmar su fecha. Destacamos entre ellas, la comparecencia en el Parlamento regional sobre el proyecto de ley de Renta Básica, una Asamblea contra los desahucios en viviendas sociales en Don Benito.

- Los lunes, miércoles y viernes, a las 19 horas, Asamblea en el Campamento Dignidad. El miércoles, a las 18 horas se reúne STOP Desahucios de Mérida.

- Y algunas otras que no podemos decir por el momento

12 de abril de 2013

Vídeos de los Campamento Dignidad


                                                      La Renta Básica en la Calle

                                                                                

El Canal de Youtube del Campamento Dignidad de Mérida es éste:
https://www.youtube.com/channel/UCfVikYqOVug6GDJ_hCkhUtg

6 de abril de 2013

¿Cuánto vale la vida humana? (Santiago Alba Rico)

¿Cuánto vale una vida humana? Una forma de calcularlo es la que utilizaron los abogados de la multinacional Union Carbide para fijar las indemnizaciones a las víctimas del desastre de Bhopal en 1984. Si la renta per capita de la India es (lo era en ese entonces) de 250 dólares mientras que la de los EEUU supera los 15.000, podemos concluir que el valor medio de una “vida india” es de 8.300 dólares mientras que el de una “vida estadounidense” asciende a 500.000. Las casas de seguro utilizan habitualmente este tipo de evaluaciones para aumentar sus márgenes de beneficios. Otra posibilidad, que juzgamos más bárbara, es la de esos sistemas “primitivos” de equivalentes que llamamos “venganza”. La forma más extrema es el Talión (“ojo por ojo, diente por diente”), aunque hay otras más benignas en distintos pueblos de la tierra que permiten cambiar una vida humana por cuatro ovejas o la pérdida de un miembro por un pedazo de tierra o una mujer en edad fértil.
 
En definitiva, cuando calculamos el valor de la vida humana solemos recurrir a “expresiones dinerarias”; es decir, a formas contables exteriores mediante las cuales tratamos de asir una cantidad inconmensurable: dinero, ganado, mercancías. Pero, ¿cuál es el valor del dinero, el ganado y las mercancías?
Como sabemos, David Ricardo y Adam Smith fueron los primeros en formular en el molde de una ley una relación que todos los pueblos aceptaban intuitivamente en sus trueques y mercadeos: la que asocia el “valor” de un objeto a una determinada combinación de Tiempo y Trabajo. Luego, Karl Marx afinó esta formulación sustituyendo “trabajo” por “fuerza de trabajo” e identificando el valor de una mercancía con “el tiempo socialmente necesario para su producción”. A partir de ahí Marx dedujo una forma objetiva y paradójica de explotación, independiente de los latigazos y los capataces, escondida en una cifra positiva y apetecible: el salario. Marx nunca olvidó la condición previa (“la fuente de toda riqueza es la naturaleza y no el trabajo”, corrigió a sus compañeros en el Programa de Gotha), pero digamos que elevó a categoría “científica” una cenestesia subjetiva elemental: la de que un objeto vale tanto más cuanto más tiempo y esfuerzo hemos dedicado a elaborarlo o fabricarlo. 

El problema estriba en saber cuánto vale la mercancía llamada “fuerza de trabajo”; es decir, la vida humana trasladada al objeto. Para eso, Marx aplicó la lógica valor/trabajo y demostró que si una mercancía vale tanto como el trabajo socialmente necesario invertido en su producción, la “vida humana” vale tanto como el conjunto de las mercancías indispensables para su (re)producción: pan, calzado, un lecho, todo lo necesario, en fin, para renovar las energías físicas del trabajador, de manera que esté en condiciones, todas las mañanas, para emprender una nueva jornada laboral. El hecho de que el capitalismo (no Marx) calcule de esta manera el valor de la vida humana plantea un doble dilema, uno ético y otro lógico. El ético parece evidente, pues este “cálculo” (el de las mercancías básicas que permiten la reproducción de una vida desnuda) trata al ser humano como si fuera una mercancía más. Pero ilumina también una paradoja, en la medida en que esa mercancía se diferencia de las otras mercancías en que es la única cuyo valor se define estrictamente en el mercado. En efecto, mientras que el valor -digamos- de una mesa o de un carro procede de la “fuerza de trabajo” humana invertida en su producción (que es una “fuerza” exterior añadida a los procesos productivos), el valor de esa “fuerza” se fija en relación con las mercancías que ella misma ha producido.

Pero esta paradoja responde de algún modo a la pregunta fundamental: ¿no tiene el ser humano ningún valor propio, ningún valor autónomo? El capitalismo le reconocerá uno: precisamente su capacidad para “valorizar”, a través de la combinación tiempo/trabajo, la materia muerta o, lo que es lo mismo, para producir riqueza capitalista. La “fuerza de trabajo” es una mercancía peculiar que, lejos de consumirse con el uso, añade valor a las mercancías que produce. El resultado, lo sabemos, es que esta potencia mágica del ser humano para dar valor se traduce, en condiciones de explotación de clase, en una desvalorización radical del ser humano. Cuanto más valoriza lo que toca, más se desvaloriza él mismo y al final, precisamente porque es la fuente de todo valor, es la única mercancía que no vale nada. O sólo 8.300 dólares, como en el caso de los trabajadores indios asesinados por la Union Carbide. 

En todo caso, creo que debemos renunciar a demostrar el valor autónomo de la vida humana. Si el ser humano vale algo debe de ser sin duda, al igual que en el caso de los objetos que produce, por algo que se le ha hecho a él . Los propios cristianos aceptan esta lógica como principio ontológico al identificar el carácter “sagrado” de la vida humana con un “trabajo” de Dios: un trabajo liviano, es cierto, completado en pocos días, pero que convierte la vida humana en un “producto divino”. ¿Y los ateos? Para los que no creemos ni en Dios ni en los cálculos capitalistas, ¿el ser humano no vale nada? El resultado de una sucesión de azares, de una acumulación de contingencias geológicas y químicas, ¿podrá ser destruido sin remordimientos ni pesar una vez se revele económicamente no rentable su existencia? 

No, el ser humano tiene un valor inmenso y lo tiene, en efecto, porque es el resultado de un trabajo. Pero de un trabajo realizado fuera y antes del mercado; de un trabajo que han hecho siempre o casi siempre las mujeres: los cuidados. El cuerpo humano no es sagrado sino frágil y su fragilidad lo convierte en un objeto -lo contrario de una mercancía- cuya supervivencia depende de la atención ajena. Si no se puede matar sin horror a un ser humano, si su existencia es irreemplazable no es porque el ser humano tenga la capacidad de valorizar la materia muerta sino porque ha sido valorizado, despertado a la vida, por otro ser humano que casi siempre es una “mujer”: ha sido alimentado, limpiado, peinado, curado, acariciado, protegido por otras manos, en un trabajo entre cuerpos del que se desprende ese valor incalculable, inasible, sin equivalente, sobre el que se levantan la ética y el Derecho. 

No cuidamos, en fin, los cuerpos humanos porque tengan valor sino que, al contrario, adquieren valor en la medida en que los cuidamos y los tocamos y los miramos; en la medida, en definitiva, en que los trabajamos. Por eso quizás hay más maltratadores masculinos que femeninos y por eso quizás hay tantas mujeres prisioneras de sus verdugos: porque es casi imposible no querer a aquél al que has lavado los calcetines y preparado la comida, aunque te maltrate, y es casi imposible querer, y casi imposible no maltratar, a quien has mirado poco, tocado mal y cuidado nunca. Es esto lo que une, en una intersección de paradójico desprecio, al capitalismo y al patriarcado: pues el capitalismo desvaloriza al trabajador que valoriza todas las mercancías y el patriarcado desvaloriza a la trabajadora que valoriza todos los cuerpos. Por eso, si es que queremos conservar la riqueza y la dignidad humanas (cuya fuente es una combinación de Trabajo y Tiempo) debemos librar una lucha doble y simultánea a favor de la independencia económica y de la dependencia recíproca. 

¿Cuánto vale un ser humano? El tiempo que hemos trabajado en él. A eso los cursis lo llaman “amor”.